miércoles, 24 de junio de 2009

LA YERBA MATE

RESEÑA HISTÓRICA
El origen del uso de la yerba mate, alimento básico de los indios guaraníes y conocida por éstos como CAA-MATE, de cuyos términos "caá" significa en idioma guaraní "planta o hierba", en tanto que "mate", se supone derivado de la palabra quichua "matí", con la cual designaban a la calabacilla que usaban en general para beber, se pierde en lo remoto del tiempo.
Pero es indudable, que de ellos, quienes sorbían el mate mediante bombillas hechas de diminutas cañas, o la mascaban durante sus largas marchas, aprendieron su uso los conquistadores españoles.
Atribuye Ruiz Díaz de Guzmán, en su historia escrita en el año 1612 a Hernando Arias de Saavedra, el descubrimiento del uso de las hojas de yerba mate en 1592.
Este habría encontrado en las "guayacas" (Pequeños sacos de cuero en el que el indio transportaba sus más preciados bienes) de indios hostiles tomados prisioneros, envueltos en delgadas y suaves pieles, un polvo que resultó ser "caá".
Las virtudes que se le atribuyen, y a los que se refieren numerosos relatos de aquellos tiempos, hicieron que su consumo se difundiera en forma extraordinaria al punto de organizarse un intenso tráfico regular del producto, desde su zona de origen a todo el virreinato. Más tarde, los jesuitas radicados en el Paraguay a comienzos del siglo XVII, a fin de evitar las grandes distancias que los separaban de los lugares de producción, introdujeron el cultivo en algunas de sus "reducciones" o "misiones" distribuidas en la región que constituyen la provincia de Misiones, parte de Corrientes y parte del Paraguay.
Con la expulsión de los jesuitas, ocurrida en 1769 sobrevino la decadencia de los mismos, la reducción de su población y el abandono de los yerbales cultivados por los mismos. No tan sólo se perdieron éstos, sino que hasta la tradición de su cultivo.
Medio siglo después, el célebre médico y naturalista francés Aimé Goujaud, conocido como Bonpland, inició los primeros estudios científicos sobre la planta de yerba mate, su cultivo y sus usos. Con el mismo propósito visitó en 1820 ó 1821 el Paraguay donde solicitó permiso para recorrer algunos yerbales, pero, ante el temor que sus estudios pusieran en peligro al monopolio que sobre la yerba mate ejercía el Paraguay, fue tomado prisionero y confinado al interior del país, de donde recién fue liberado en 1829 ante gestiones de Alejandro Humboldt y del gobierno francés.
Fue Federico Neumann en la Colonia "Nueva Germania" en el Paraguay, al margen del río Aguaray Guazú, quien luego de muchos años de fracasados intentos logró obtener la germinación de semillas de yerba mate en 1896, obteniendo por primera vez en 1901, después del esplendor de la época jesuítica, un producto elaborado con yerba mate de cultivo.
Muv poco después, en 1903, se realizó la primera plantación racional y de importancia, en San Ignacio, Misiones, precisamente en la región donde venerables ruinas jesuíticas recuerdan los tiempos del esplendor de esas tierras.
Tras los ensayos y tanteos iniciales, a partir del año 1911 comienza a expandirse el cultivo.
Fomentado oficialmente mediante el otorgamiento de tierras fiscales. condicionadas a la obligación de plantar, según fuera la extensión del predio, de un 20 al 75 % de la superficie con yerba mate, se espande rápidamente el cultivo hasta alcanzar en el año 1935 una superficie de unas 66.000 hectáreas deteniéndose su expansión al sancionarse la Ley 12.236 que con el propósito de adecuar el volumen de la producción a las posibilidades de su colocación en el mercado interno, prohibió tácitamente la realización de nuevas plantaciones, al establecer un impuesto de cuatro pesos moneda nacional por toda nueva unidad que se incorporase al yerbal aumentando el número de las existentes al sancionarse la Ley.
Años más tarde, 1953, ante la evidente decadencia de las plantaciones, se autorizó oficialmente la ampliación del cultivo, libre de impuesto, en 35.000 hectáreas, de las cuales se plantaron únicamente unas 18.000 Hs.
Es así que a fines del año 1957 se liberó del impuesto que establecía la citada Ley en general y sin discriminaciones, la ampliación de los cultivos existentes hasta una superficie de 15 hectáreas y la realización de nuevos yerbales hasta ese límite.
Esa liberación de impuesto que rigió por el año 1958 para la zona de tierras de campo y hasta fines de 1959 para los de monte, atento a los mayores trabajos culturales y técnica de implantación que requiere la realización de plantaciones en esta última zona (desmonte. rosado, destroncado, etc.) se concretó con la implantación de unas 65.000 hectáreas. estimándose en la actualidad entre unas 130.000 a 140.000 hectáreas, la superficie cultivada de yerbales en productividad, distribuidas entre unos 14.000 productores.

EL ORIGEN DE LA YERBA MATE
El origen de la yerba mate, como tantos otros productos naturales, de indiscutido beneficio para la humanidad, se halla nimbado de numerosas y emotivas leyendas, de las cuales se transcriben varias en este sitio.
Esas leyendas, ritos y tabúes. legadas de padres a hijos, reglan aún hoy la labor cotidiana del autóctono cosechero de yerba mate.
En recuerdo a ellos, tariferos, urúes y guainos, a cuyos antepasados debemos la tradición de la elaboración y consumo de la yerba mate, y en recuerdo también de los pioneros que con ingentes esfuerzos reiniciaron en cultivo en nuestro País, fuente de riqueza de uno de los rincones más hermosos de nuestra tierra, iniciamos esta breve reseña sobre la yerba mate con una de ellas, la leyenda de la Caá-Yarîi, Diosa protectora de la yerba mate, que el escribano don Aníbal Cambas, presidente de la .Junta de Estudios Históricos de Misiones, en su libro "Leyendas Misioneras" relata así:
Cuenta la leyenda que una de las tribus que habíase detenido en las laderas de las sierras donde tienen sus fuentes el Tabay. Dejó después de breve estada el lugar, y siguió su marcha a través de las frondas. Un viejo indio, agobiado por el Peso de los años, no pudo seguir a los que partieron obedeciendo el espíritu errante de la raza, quedando en el refugio de la selva en compañía de su hija, la hermosa Yarîi. Una tarde. cuando el sol desde el otro lado de las sierras se despedía con sus últimos fulgores, llegó hasta la humilde vivienda un extraño personaje, que por el color de su piel y por su rara indumentaria. no parecía ser oriundo de esos lares.
Arrimó el viejito del rancho un acutí (1) al fuego. y ofreció su sabrosa carne al desconocido visitante. El más preciado plato de los guaraníes, el tambú (2), brindó también el dueño de casa a su huésped
Al recibir tan cálidas demostraciones de hospitalidad, quiso el visitante, que no era otro que un enviarlo de Tupá (3), recompensar a los generosos moradores de la vivienda. proporcionándoles el medio para que pudieran siempre ofrecer generoso agasajo a sus huéspedes, y para aliviar también las largas horas de soledad, en el escondido refugio situado en la cabecera del hermoso arroyo.
E hizo brotar una nueva planta en la selva, nombrando a Yarîi, Diosa protectora, y a su padre, custodia de la misma, enseñándoles a "sapecar" sus ramas al fuego, y a preparar la amarga y exquisita infusión, que constituiría la delicia de todos los visitantes de los hogares misioneros.
Y bajo la tierna protección de la joven, que fue desde entonces la CaáYarîi (4) y bajo la severa vigilancia del viejo indio, que fue el CaáYará (5), crece lozana y hermosa la nueva planta, con cuyas hojas y tallos se prepara el mate, que es hoy genuina expresión de la hospitalidad.
La imagen da la Diosa ha sido esculpida por la naturaleza como símbolo imperecedero, en una roca de las imponentes Cataratas del Iguazú desde donde, en el centro geográfico mismo de su limitado reino, sigue esparciendo sus gracias y bondades sobre la planta que tutela.
1 Acuti, roedor regional.
2 Gusano de carne blanca y abundante, criado por el Guaraní en los troncos del pindó, que no solo proporciona su abundante carne, sino también un aceite muy codiciado, con él curaban algunos males, apuraban las digestiones y se precavían de los innumerables insectos de la selva.
3 Dios del bien.
4 y 5 Dioses protectores del Yerbal.
EL MATE
Esta típica costumbre de los países del Río de la Plata.
Esta infusión fue utilizada originariamente por los indios guaraníes, quienes utilizaban la yerba mate. Los Jesuitas, que se establecieron en la zona que hoy ocupa la provincia de Misiones, mejoraron su cultivo, por lo que allí se ubican los mejores yerbatales.
Actualmente la yerba (hoja de yerba mate picada) se puede adquirir en paquetes de 1/2 y 1 kilo, y en la región productora, fraccionada en bolsitas.
El recipiente en el que se ceba el mate, es el "mate", que puede ser el tradicional, hecho de calabaza curada, o un jarrito de loza o enlozado, o madera. La infusión se toma con bombilla, y se puede cebar dulce o amargo. El recipiente que contiene el agua para la cebadura es la pava, cuya agua se considera "a punto" unos grados anteriores a la ebullición. Si el agua hierve, no sirve para el mate. Esta costumbre es bien hogareña en Argentina, aunque se ha popularizado, y actualmente hay lugares en donde se usan termos, para trasladarse con el equipo de mate, para tomarlo en cualquier lugar u ocasión.

Sus Significados
MATE AMARGO Indiferencia
MATE DULCE Amistad
MUY DULCE Habla con mis padres para pedir mi mano, interés
MUY CALIENTE Me muero de amor por vos
MATE FRÍO Desprecio
CON TORONJIL Disgusto
CON CANELA Ocupas todos mis pensamientos
CON AZÚCAR QUEMADA Simpatizo con vos
CON CÁSCARA DE NARANJA Ven a buscarme
CON TÉ Indiferencia
CON CAFÉ Ofensa perdonada
CON MELAZA Me aflige tu tristeza
CON LECHE Estima
CON OMBÚ Te estoy echando (es laxante)
HIRVIENDO Casamiento
TAPADO Rechazo
ESPUMOSO Cariño verdadero
Sus Usos
Mate cebado.
El mate "cebado" es la forma más popular. antigua y extendida del consumo de la yerba mate en Sudamérica.
Forma de preparar un buen mate:
Hay distintas maneras de preparar un buen mate. Unos lo prefieren con azúcar. Otros amargo y hay quienes le agregan hojitas, cáscaras de cítricos o raíces de plantas medicinales. Lo sustancial es tomar mate, que de por sí es agradable y beneficioso. Le sugerimos aquí sistemas de preparación que le darán excelentes resultados.
Mate amargo:
Úsese una calabaza grande, de boca también grande.
Cargue de yerba mate la calabaza, hasta las 3/4 partes de
su capacidad.
Verifique el mate sobre la palma de la mano izquierda y agítelo o suavemente. Vuélvalo lentamente a su posición normal, cuidando que la yerba haya quedado hacía un costado del mate.
Vierta el agua. al principio apenas tibia, con un chorrito fino,
en el costado casi vacío del mate. Esperar un momento y repetir
la operación con el agua algo menos caliente. esperando a que la
yerba absorba el agua. Recién entonces se introduce la bombilla
hasta el fondo y en el mismo costado casi vacío. Finalmente, con el agua suficientemente caliente (nunca la deje hervir) se comenzará a cebar el mate, cebando siempre el agua en el mismo lugar y no moviendo para nada la bombilla. En el otro costado la yerba permanecerá seca si se tiene el cuidado de echar siempre un chorrito fino de agua sin llenar en exceso el mate,
Siguiendo estas instrucciones usted podrá saborear un rico mate y además:
La bombilla nunca se atascará. Por muy molida que sea la yerba.
El mate será suave y agradable desde el primer sorbo.
No necesitará agregar yerba ni removerla por prolongada que sea la mateada y su mate estará siempre coronado por un lindo copete de espuma.
Mate dulce:
Proceda de igual forma, agregando 1/4 cucharadita de azúcar por cada mate, en el lado en que ha colocado la bombilla.
Los chicos y el mate:
El mate cocido con leche ha sido una sana costumbre, auspiciada por el Consejo Nacional de Educación asesorado por su cuerpo médico. Las mamás pueden introducir la variante muy bien aceptarla por los niños, de cebarles mate de leche, de modo que tomen más leche rica en vitaminas y minerales, que se asocian perfectamente a las virtudes del mate. Para ello,
Hierva la leche durante el tiempo aconsejado.
Déjela enfriar hasta una temperatura adecuada para los niños
Endúlcela a su paladar
Siga las indicaciones generales que se dan para el mate amargo.
Para cebar un buen mate se recomienda utilizar una calabaza de tamaño y boca grandes. (Los vasos de vidrio, porcelana. enlozados o de aluminio, no son tan apropiados). Las bombillas con boquilla de oro se estiman como inmejorables.
Una forma de "curar una calabaza para matear: Librar la calabaza de toda adherencia interna; lavarla, llenarla de yerba y echarle agua caliente; dejarla llena un día, y repetir la operación. Se procede así dos o tres días, a fin de que el mate se impregne y queden taponados sus poros. Después de cada mateada el mate debe ser lavado y secado.
Tereré
En el Paraguay y el Chaco y litoral argentino se aprecia particularmente el mate "tereré" que se prepara ya sea "cebándolo" con agua fría o macerando yerba en cualquier recipiente, por cuanto mitiga notablemente loa efectos del excesivo calor, pero su uso no es aconsejable al no habituado a este tipo de infusión. .
Mate cocido
Muy difundido en las zonas rurales, donde constituye el desayuno obligado, se prepara haciendo hervir yerba mate -molida o canchada- a razón de unos 80 gramos por litro, en un recipiente con agua, acelerándose luego la decantación mediante al agregado de un poco de agua fría y se lo bebe, con o sin leche y eventual agregado de azúcar.
El mate cocido helado y batido, al que puede agregarse una rodaja de limón, constituye asimismo, en verano, un notable refrescante, similar a tereré, pero sin los inconvenientes de aquél.
Té de Yerba
En las ciudades, donde el acelerado trajín diario conspira contra la forma tradicional de su uso, y fuera de América en general, donde a la yerba mate se la conoce también con las denominaciones de "té de los jesuitas", "té del Paraguay" o "té americano", se ha difundido su consumo, preparando la infusión tal como se hace con el té; a razón de una cucharadita de yerba por taza, o mediante el uso de prácticos "sachets" individuales, de papel filtro.

EL TÉ DE LOS JESUITAS:
En las primeras décadas del Siglo XVII, en competencia con el té que comercializaban los ingleses, comenzó a difundirse en Europa a partir de España, la infusión que llegaba de América, y que se preparaba a partir de hojas picadas enviadas por los Jesuitas de las Misiones Guaraníticas y que era conocido en el viejo mundo como el "Té de los Jesuitas", que no era otra cosa que este mate cocido que tomamos en los pueblos del Sud. Con la expulsión de los Jesuitas en 1767 de estas tierras rioplatenses, perdió auge este intercambio económico-cultural.

INDUSTRIALIZACIÓN DE LA YERBA MATE
La mayor parte de la industria agrícola misionera se basa en la producción de la yerba mate. La calidad del procesamiento es decisivo para que el producto mantenga inalterables sus cualidades.
La infusión de yerba mate es rica en vitaminas, en fósforo, hierro y calcio.
Es una bebida más económica y más estimulante y refrescante que otros jugos de consumo mundial.
Hay en la zona misionera, quienes llaman el oro verde a la yerba mate. Las etapas de la industrialización de la yerba mate son:
Corte mecánico o a mano.
La quiebra.
El sapecado (a fuego vivo).
La secanza (a cinta, con tubo rotatorio o barbacuá).
El canchado (Primera molienda o molienda gruesa).
El estacionamiento.
La molienda fina.
El envasado.
Los dos primeros pasos se realizan en el mismo yerbatal, y los siguientes en establecimientos industriales situados generalmente cercanos al lugar.
Se denomina "urú" a la persona encargada de remover constantemente la masa de hojas que se secan en la barbacuá. Se llaman "guainos" los ayudantes del urú en las labores del secado en la barbacuá.
Su nombre científico es Ilex paraguayensis.
En el litoral argentino y en Paraguay se toma el tereré, vocablo guaraní que significa mate frío.
Su efecto estimulante se debe a su contenido en teína, cuya acción es idéntica a la de la cafeína. Se llama "porongo" en la zona de Corrientes a una calabaza en forma de pera más grande, con cuello, que curada, sirve para ser el recipiente del mate.

PILLAHUINCO-Sa. de la Ventana

PILLAHUINCO
El hombre habita la región desde hace 8500 a 9000 años, conforme a las referencias arqueológicas existentes.Hasta la época de la colonización, el territorio estuvo ocupado fundamentalmente por los Tehuelches del Norte, aunque con alguna influencia de diversas corrientes provenientes del área mediterránea argentina. Dado que siempre fueron grupos nómades, cazadores-recolectores, hubo un flujo y modificación permanente de las distintas corrientes poblacionales naturales. Entre las variadas denominaciones posibles, la más abarcadora es la de Pampas o Tehuelches Pampas. En los últimos siglos el territorio se fue araucanizando lentamente, sumándose a las corrientes primitivas. Si bien el área estuvo bajo la influencia de los grandes soberanos de la que se llamó Nación Pampa, Calfucurá, Namuncurá, Pincén y Catriel, la mayor presencia estuvo dada por las tribus catrieleras, tales como las de los caciques Llanguelén, Ancaligún, Afuré, Epuán, Pichiloncoy, Lincoln, Anepán, Cachul, etc. Cuando se produce la denominada Conquista del Desierto, los habitantes naturales son desplazados en su totalidad hacia el Sur. Puede decirse que la conquista finaliza en esta zona en el año 1876, con la batalla de Paragüil. En 1865 se decreta la fundación de un pueblo a orillas del arroyo Pillahuincó. Más tarde esa decisión queda sin efecto. Pillahuincó ya aparece, en esa época, señalada como una aldea o población primitiva en una carta postal de la República Argentina (Biblioteca Museo Mitre), aunque no existen otras referencias al respecto. El 5 de Julio de 1882 la Legislatura provincial sanciona la ley Nº 1497, de creación del partido de Coronel Pringles, promulgada por el gobernador Dardo Rocha el día 10 de Julio, por la cual se dividió al Partido de Tres Arroyos en tres distritos, surgiendo así Coronel Pringles El 24 de septiembre de 1882 asume Juan Pablo Cabrera, en su cargo de juez de paz, convirtiéndose en la primera autoridad del partido, quién tras una reunión con los vecinos, firma el acta fundacional, creándose la primera Comisión Municipal. Este acto fundacional se realizó en el paraje y pulpería `La Alfalfa`, ubicado a 60 kilómetros de la actual ciudad. Si bien durante muchos años se celebró el nacimiento de este partido en fecha 10 de julio, finalmente se estableció el día 24 de septiembre de 1882 como la fecha conmemorativa de la fundación del partido. El pueblo de Coronel Pringles fue creado por decreto provincial del 28 de mayo de 1883, junto con otros doce pueblos bonaerenses. Seis meses después se aprobaron los planos de mensura y se ordenó el respectivo amojonamiento de solares, quintas y chacras, reservándose los terrenos necesarios para la construcción de edificios públicos y otros fines de interés general. El 19 de julio de 1934, Coronel Pringles fue declarada ciudad.
El nombre del Coronel Juan Pascual Pringles, en honor al capitán de granaderos del glorioso ejército del General San Martín, héroe del Combate de Chancay, en las luchas por la independencia y en la gesta sanmartiniana.
El nombre natural de la región es Pillahuincó, que proviene de los vocablos `Pillawin`, que significa achira o achiras, y `có`, agua o arroyo. Es decir `Arroyo de las achiras`. Llas primeras cartas geográficas que aparecen escritas en español consignan a los arroyos Pillahuincó Grande y Pillahuincó Chico como arroyos Achiras Grande y Achiras Chico, mientras que el cordón serrano de Pillahuincó (perteneciente al sistema de Ventania) figura como Sierra de las Achiras. Hasta 1890 el partido estuvo administrado por comisiones municipales, año en que se instituyó el gobierno representativo y el señor Felipe S. Medina se convierte en el primer intendente electivo. Entre los años 1880 y 1890, paralelamente a la rendición, muerte o sometimiento de los caciques indígenas ocurridos en el país, ya fuera del territorio pringlense, se inicia una fuerte corriente inmigratoria, fundamentalmente de italianos y españoles (entre los que se cuentan los vascos), seguidos de alemanes del Volga, franceses, suizos, alemanes, galeses y portugueses, entre muchos otros.


Información acerca del cerro del Uritorco, algo que no se cree y se sabe desde hace mas de 1000 años en europa.
Hay misterios que parecen que no lo son tanto por que pasan de boca en boca de generación en generación hasta que habitualmente pasan a formar parte de tu acervo cultural, ya sea una novela, una opera, o una leyenda mas viva que nada.
Cerro Uritorco Cordoba (Argentina)
La historia
Las leyendas suelen ser relatos épicos con escasa credibilidad histórica, pero en este caso, la existencia de una serie de textos aportan a este enigma, un carácter de realismo, involucrando a las tierras de nuestro país. El trovador Chretien de Troyes (1140), en principios del siglo XI, escribiría el poema que estaría basado en viejos relatos legendarios de un caballero germano y que daría comienzo a una gran obsesión de todo buscador de misterios del pasado: "Parsifal o la Historia del Grial".
Entre 1150 y 1170, Wolfram Eschenbach, bardo alemán, se suma al enigma con un poema titulado "Vida y Milagros" de Parsifal, el cual relata una historia acerca de la custodia del Santo Grial y de un Bastón de Mando, también conocido como la Piedra de la Sabiduría. El nombre Parsifal realmente, proviene de una palabra del antiguo idioma sánscrito, para designar al "Hombre de Persia".
Algunas mitologías muy antiguas de la India, Afganistán, Persia, Pamir y el Tíbet, extrañamente ya nombraban a este enigmático personaje hace 7 ó 8 mil años. Tales leyendas tomarían realismo en el siglo XII con la aparición en Germania de un caballero que se desempeña en la corte inglesa del Rey Arctor. Aparentemente Parsifal sería ingresado en la Orden de los Caballeros Templarios. Esta orden hermética, tendría a su cargo, la custodia de los elementos sagrados que rodearon a Cristo.
Según el poema de Escenbach, el caballero Parsifal, fue asignado como custodio del Grial y el Bastón de Mando y viaja entonces a las tierras de Argentum para depositar estos elementos en el cerro sagrado de Viarava (Uritorco - Córdoba). Esta obra a manera de "canto" sirvió además, de base inspirativa a Wagner para la creación de su ópera "Parsifal". En la composición se encuentran algunos versos por demás interesantes para dilucidar este enigma:
"En qué lejana cordillera podrá encontrar a la escondida Piedra de la sabiduría ancestral que mencionan los versos de los veinte ancianos, de la isla Blanca y de la estrella Polar. Sobre la montaña del Sol con su triángulo de luz surge la presencia negra del Bastón Austral, en la Armónica antigua que en el sur está. Sólo Parsifal, el ángel, por los mares irá con los tres caballeros del número impar, en la Nave Sagrada y con el Vaso del Santo Grial, por el Atlántico Océano un largo viaje realizará hasta las puertas secretas de un silencioso país que Argentum se llama y siempre será".
En el siglo XII nadie había escuchado hablar de las tierras Americanas y menos de Argentum (Argentina), además de saber su localización "cruzando el Océano Atlántico".
Se dice que el Santo Grial fue el recipiente en el cual se recogió la sangre de Cristo en el momento que fue herido por el soldado romano Longino con su lanza. La historia prosperó y una gran cantidad de relatos y acontecimientos reales o no, rodearon a este mítico elemento. Buscadores a lo largo de la historia buscaron por todo el globo, encontrar y poseer esta supuesta reliquia. Lo cierto es que uno de los más famosos guardianes conocidos a través de estos poemas épicos, es el caballero Parsifal. Los relatos hablan que este guardián templario tenía otra obsesión: El rescate y resguardo de otra pieza, al parecer se trataría de un bastón mágico conocido entre las sociedades secretas como "Piedra de la Sabiduría", "El bastón de Mando" o "Piedra que Habla".
Este objeto fue ciertamente "olvidado" entre quienes se obsesionaron y orientaron su búsqueda en exclusiva al Grial. A pesar de muchas deformaciones propias de relatos que sobrevivieron de generación en generación, la historia del Bastón de Mando encontró con el tiempo un elemento que podría dar credibilidad a la historia. Existieron a lo largo de la historia muchas expediciones que trataron infructuosamente de hallar a la "piedra de la sabiduría", el mismo Hitler habría enviado a expedicionarios por todo el territorio Sur quienes habrían sido autorizados a actuar por el mismísimo Gral.Perón.
Hitler quien era conocedor de los más variados conocimientos ocultos, quería poseer los objetos a los cuales se le atribuyen poder entre las sociedades herméticas.
En 1830 un ambicioso jefe Araucano quien conocía las leyendas del bastón, encabezó búsquedas por las sierras de la Ventana, Tandil, Balcarce, Pillahuincó, San Luis y Córdoba. El jefe araucano Calfucurá sabía que quien poseyera el bastón, dominaría el "mundo".
Quien revise cuidadosamente las tradiciones y relatos de los Comechingones (la tribu que dominó extensas regiones del norte y centro de la Argentina), encontrará relatos que hablan de "la llegada de un hombre blanco y barbado que proveniente de tierras lejanas, habría muerto en la Montaña Sagrada y que se habría convertido en el eterno guardián de la Piedra de la Sabiduría".
Como si tratase de un elegido, una persona de nombre Orfelio Ulises, en 1934 encontró el preciado bastón, evitando que cayera en manos de Hitler, quien ya poseía la famosa lanza de Longino. No por casualidad la mítica piedra llegó a sus manos, Ulises habría permanecido durante ocho años en el Tíbet en donde fue adentrado e iniciado en los conocimientos esotéricos. Al parecer los mismos maestros ocultos en el Tíbet fueron los que enseñaron la localización exacta del bastón y sus poderes ocultos.
Según los legados trasmitidos al propio Orfelio Ulises, el Bastón fue creado para "regenerar" a la especie humana y debe ser custodiado por un "guardián" hasta que llegue el momento que llegue quien reconozca y sepa utilizar su poder. La "Piedra de la Sabiduría" contiene todas las respuestas.
Al parecer Orfelio Ulises a su regreso del Himalaya, excavando al pie del Cerro Uritorco, localizado en Capilla del Monte, Córdoba, se encontró con este maravilloso bastón negro de basalto pulido.
Aquella pieza, según Ulises se trataría de la mitológica pieza y muchos maestros herméticos que habrían llegado hasta ésta, supuestamente comprobaron su legitimidad. La pieza permanece desde la muerte de Ulises, en celosa custodia de una sociedad hermética iniciática de Argentina.
En 1948, el arqueólogo alemán Jorge Von Hauenschild, estudioso de la tradición del Grial y el Bastón de Mando, examinó meticulosamente la pieza concluyendo que: El pulido es característico del período neolítico por lo cual se calcula su antigüedad en 8.000 años AC. El bastón tiene una longitud de 1,10 m., está trabajado de forma cónica, con 4 centímetros en su parte más ancha en la base. El peso total es de cuatro kilos. Por estudios realizados con detectores electromagnéticos y espectrales, se comprobó que el mismo genera intensos campos electromagnéticos de origen desconocido. Se supone que estos campos podrían generar en alguien con ciertas condiciones energéticas específicas, una "conexión" parafísica con otras realidades o conocimientos iniciáticos. Otros sugieren que este bastón es la "llave" para adentrarse en el Santo Grial, que no sería otra cosa más que un camino al conocimiento supremo y al cual se accedería poseyéndolo.
Lo cierto es que los poderes adjudicados a este Bastón de la Sabiduría no ha cambiado los designios de las tierras del Sur y hasta el momento quienes parecen reclamarlo a pesar de ocupar espacios de poder, nada se asemejan a "maestros iluminados" o "redentores de la raza".

Cuentan que hace muchos, muchísimos años, cuando estas sierras estaban pobladas por indígenas, en medio de un pequeño valle y al amparo de las rocas, se levantaba una choza muy humilde.
En ella vivía junto a su anciano padre, un joven indiecito llamado Jahe.
Jahe era un muchacho apuesto, alegre y, por sobre todas las cosas, muy laborioso.
Diariamente se lo veía trepar por las sierras y remontar los arroyos en busca de los alimentos que pródigamente le proporcionaba la naturaleza. Salvaje, tan salvaje como ahora.
Y una de esas tardes en que regresaba de sus acostumbradas cacerías, Jahe se detuvo a escuchar el canto de un pájaro. Era un canto diferente al de su amigo el jilguero. No se parecía tampoco al de la calandria imitadora. Ni al del churrinche que tantas veces lo saludaba temprano.
¿Quién era entonces ese nuevo músico serrano? Atrapado por la curiosidad, se acerco sigilosamente al lugar de donde provenía el canto, pensando que tal vez seria algún pájaro desconocido; venido de otras tierras. Pero cuando lo descubrió, su sorpresa no tuvo limite. No se trataba de un pájaro, sino que la melodía provenía de la garganta de una bellísima muchacha.
Ipona era su nombre, y desde el día que Jahe conoció a Ipona, todos sus pensamientos fueron para ella.
El amor floreció rápidamente y con fuerza incontenible en el corazón de ambos jóvenes. Su felicidad era solamente comparable con la inmensidad que los rodeaba cuando contemplaban el mundo desde Cashuati, la cumbre mas elevada.
Su felicidad era reflejada en el agua de cristal del Hueyque Leufú que descendía viboreando de Catanlil y se deslizaba cantando saltarín junto al Pillahuincó.
Y así, siempre juntos, Ipona y Jahe esperaban dichosos tener lo suficiente para casarse. Claro que, para casarse, Jahe primeramente tendría que hacerse hombre y, según los ritos y las leyes indígenas, únicamente lograban ser hombres aquellos que superaban airosamente las pruebas de fuerza y de destreza a que eran sometidos anualmente todos los muchachos de la tribu.
De manera que nuestro joven enamorado se presento ese año a la competencia. Y con la sonrisa y el canto de Ipona en su mente poco le costo superar las dos primeras pruebas, en las que además resultó como triunfador. Faltaba la última prueba, la mas difícil.
Era habitual que el ganador, además de acreditarse el flamante título de hombre, recibiera un valioso premio. En esa oportunidad el premio seria muy especial y les fue anunciado a los participantes antes de iniciarse esta tercera y ultima prueba; quien pudiera permanecer encerrado durante cinco lunas, totalmente atado con cueros frescos de animales, ese año tendría como premio el honor de casarse con Cauté, la hija del cacique de la tribu.
Jahé era el candidato a ganar. Pero Jahé no quería ganar. Su corazón pertenecía a la bella Ipona.
A medida que el sol contraía los cueros, a medida que los participantes iban abandonando, Jahé que no quería ganar. Tampoco quería abandonar. Y así, gracias a su fortaleza resistió hasta el final.
Cuando los ancianos de la tribu se dirigieron a desatarle los cueros para declararlo vencedor, no lo encontraron allí. Solo había en ese lugar un pájaro de color canela-rojizo, que salió volando, que se fue a pararse a la rama mas alta de un guaribay cercano.
Desde allí emitió su canto, un llanto de soledad que abrió una honda herida en el cielo. El eco de su fuerte grito salto mil veces de ladera en ladera. Fue transportado a través del aire lastimado y llego finalmente a los oídos de otro pájaro que se acerco volando a la alta rama.
Otro pájaro que canto junto a el con la misma voz que la bella Ipona. Y en ese momento, el las ramas mas altas del guaribay se estaba celebrando una extraña boda. La boda para la que Jahé había querido ser hombre. Ipona y Jahé se habían casado tal cual lo habían soñado. Ya no se separarían jamás y siempre cantarían juntos.
Por eso es que las parejitas de horneros una vez que constituyen su hogar, no se separan hasta la muerte y es por eso que los horneritos siempre cantan juntos

MOOBING

MOBBING
Mobbing es el término con que se denomina al acoso u hostigamiento psicológico que un empleado sufre en su lugar de trabajo; donde es sometido a agresiones constantes por su jefe o superior, se le critica todo, su aspecto físico o la forma de vestirse o de hablar, su desempeño laboral, sus ideas políticas, su fe religiosa.

En fin, cualquier cosa puede ser objeto de burla y motivo de acoso incluyendo por supuesto, el que simplemente le cae mal a quien debe supervisarlo. Tiene que ver mas con asuntos personales que profesionales.
A partir de estas situaciones estresantes el empleado comienza a sufrir alguno de estos trastornos que mencionamos:
1. Inseguridad.
2. Apatía.
3. Trastornos de memoria.
4. Falta de concentración.
5. Rasgos depresivos.
6. Menor rendimiento laboral.
En general, los hostigadores, por su cargo superior al hostigado, tienen mas herramientas y recursos para defender su postura y su accionar, mientras que para el empleado no solo le es difícil probar sus denuncias sino que además pone en peligro su puesto de trabajo, el que hoy en día es muy apreciado, por el alto índice de desocupación que hay en nuestro país; esto favorece aun más a los hostigadores.
Causas del acoso laboral o mobbing
Ahora bien, ¿cuales son las causas que llevan a que estas personas puedan llevar a cabo estas manipulaciones? En general, son la falta de soluciones a los problemas que surgen en el ambiente de trabajo y la mala organización del mismo.
En Europa el mobbing ha alcanzado índices muy altos, el peligro fundamental de esta “tortura” psicológica no es precisamente la perdida del trabajo, sino que muchos damnificados llegan al suicidio.
Pero, ¿siempre es el empleado del nivel inferior el que hostiga?. No, hay casos aunque muy pocos, en que frente a un líder o jefe de poco carácter o personalidad débil, los empleados sean quienes lo agreden.
¿Es el acoso sexual un tipo de mobbing? Si, el acoso sexual es una forma mas de las agresiones que forman parte de este hostigamiento.
¿Es más factible que el empleado débil o falto de carácter sea el agredido? No, en general son aquellos perfeccionistas, abocados a su trabajo y que tienen sus propias reglas de trabajo quienes se ven más afectados, pues frente a la agresión de su jefe, sus compañeros hacen oídos sordos formando parte del lado agresor, sea para caerle bien al jefe, sea porque le tienen envidia o algún otro tipo de resentimiento al empleado, para no ser ellos también agredidos o para no poner en juego su puesto de trabajo.
El mobbing es una de las formas de hostigamiento psicológico que hay que tener en cuenta al evaluar el empeoramiento del desempeño laboral de un empleado o de un jefe; sabiendo que la victima, en general, no denuncia por si misma esta situación.

De Agostini y la patagonia

DE AGOSTINI ESCRITOR Y FOTÓGRAFO
Es ahora ya seguro que el sueño de San Juan Bosco, en el cual el santo vió las riquezas y las posibilidades aún no aprovechadas de las tierras magallánicas, influyó no poco en la actividad de De Agostini. Su misión en la Patagonia no consistía sólo en ser pastor de almas: a ello debía sumarse la actividad de exploración, actividad encaminada también a confirmar con datos tangibles el sueño de Don Bosco.
Evidentemente, para hacer esto se necesitaba ser un apasionado de la aventura, alpinista, fotógrafo, escritor. Sin lugar a dudas, estas características se hallaban reunidas en el padre De Agostini. Tenía por coetáneos a numerosos alpinistas-fotógrafos de aquella que se podría considerar la "escuela de Biella", que tuvo sus máximos representantes en Vittorio Sella y en los hermanos Piacenza. Y ya antes de partir para América del Sud había manifestado dotes no comunes de fotógrafo, participando en algunos concursos de temas paisajísticos en Italia, habiendo obtenido también un primer premio. Si bien muy inclinado hacia la fotografía artística, que caracterizó también parte de sus primeras realizaciones americanas (con las cuales participó en concursos fotográficos en Río de Janeiro, Santiago, Valparaíso y Concepción), el salesiano debió renunciar a esta inclinación para dedicarse a la fotografía meramente documental. No fue por cierto una elección difícil, y de cualquier modo era necesaria por cuanto la documentación de tierras y montañas desconocidas ocupaba, por su importancia, el primer puesto. El tiempo físico y meteorológico no permitían, por cierto, entregarse a elaboraciones extravagantes y laboriosas: lo más importante era reunir la mayor cantidad posible de datos, sobre todo desde el punto de vista fotográfico.
De Agostini cumplió en efecto plenamente esta tarea, considerando que sus libros y las fotografías que los ilustran son aún hoy un precioso cofre de informaciones sobre las tierras magallánicas. Junto al voluminoso trabajo fotográfico debemos recordar también dos filmaciones, Tierras Magallánicas y Tierra del Fuego, difundidas tanto en América Latina como en Europa.
Si fotografías y documentales fueron tal vez el instrumento más importante usado por el explorador nacido en Pollone, no debemos con todo olvidar la inmensa obra literaria que se agrega a ellos. Veintidós son los libros y las guías, aun turísticas ("Guía Turística de Magallanes y Canales Fueguinos" y "Guía Turística de los Lagos Argentinos y Tierra del Fuego"), escritos entre 1924 y 1960, ya sea en italiano o en castellano. Ciertamente los más conocidos son "Ande Patagoniche - viaggi di esplorazione nella Cordigliera Patagonica australe", de 1949, "Trent'anni nella Terra del Fuoco", publicado en 1955, y "Sfingi di ghiaccio" ("Esfinges de hielo"), de 1958. Además de los libros existe una increíble cantidad de artículos y ensayos aparecidos en diarios y revistas en Italia, la Argentina y Chile.
En todos estos escritos, la parte de la geografía y las ciencias naturales ocupa un lugar preponderante, hasta el punto de hacerlos parecer por momentos monótonos y tediosos. No obstante, de una más atenta lectura es a menudo posible captar la dimensión humana del autor, su sed de espacios desconocidos, su búsqueda de un mundo todavía incontaminado y primordial, donde la divinidad fuese todavía bien perceptible y mostrase sin velos sus rostros.
La obra escrita, como la fotográfica, constituye un importante testimonio tendiente por entero a mejorar y difundir el conocimiento de las regiones magallánicas, pero en ambas se encuentra algo más, que sin duda las torna más ricas y completas. Este algo es la constante voluntad de confirmar a aquel sueño de Don Bosco que vio: "...en las vísceras de las montañas, en las profundidades de las llanuras. Tenía en vista las riquezas incomparables de estas regiones, que un día serían descubiertas..."
EL PROBLEMA DE LOS INDIOS
En muchos textos de De Agostini hallamos un espacio especial dedicado a estudios etnográficos y a consideraciones sobre las condiciones de las tribus indígenas que iban gradualmente desapareciendo bajo el acoso de la civilización blanca. Evidentemente, el salesiano tomaba muy a pecho el problema; él, por lo demás, como muchos de sus hermanos de orden, se hallaba casi impotente frente a la progresiva declinación de esas gentes. En su peregrinar tuvo ocasión de familiarizarse con los representantes de todas las etnias: los onas, los yamanas y los alacalufes de la Tierra del Fuego; los tehuelches y los araucanos de la Patagonia. También en este caso De Agostini se muestra muy capacitado para describir y nos deja precisas apuntaciones sobre las características antropomórficas de las diversas tribus, sobre sus tradiciones y usos, sobre sus creencias religiosas y vínculos sociales. La obra del misionero reviste en este sentido enorme importancia, pues permite conocer una realidad hoy desaparecida.
La precaria situación de los indígenas y las continuas persecuciones de que eran objeto fueron gran motivo de congoja para el sacerdote, quien por decirlo así se hallaba entre dos estados de ánimo diversos. Por un lado, como hombre de caridad, debía mirar por las poblaciones indígenas: era preciso deber suyo protegerlas y procurar integrarlas de manera lo menos traumática posible en la nueva situación social que estaba imponiéndose.
Por otra parte, empero, De Agostini se daba perfecta cuenta de ser él mismo, junto con la civilización blanca, un perturbador de los equilibrios seculares derivados de un milagroso acuerdo entre hombre y naturaleza. No obstante, no podía tampoco olvidar a sus fieles, los colonos, los mineros y todos los que habían llegado a aquellas tierras en busca de fortuna.
No obstante ello, muy a menudo De Agostini denunció abiertamente los delitos que los estancieros cometían contra los indios y llegó hasta a acusar en un libro suyo a Manuel Senoret, gobernador de Punta Arenas, Este había deportado tribus enteras, empujándolas hacia Punta Arenas con el pretexto de "sustraerlas de la miseria y asegurarles el alimento y el vestido de que carecían. La responsabilidad de estas guerras de exterminio contra los onas recae en gran parte sobre el gobernador Senoret... Para proteger los intereses de algunos... y también para oponerse a los misioneros salesianos que él habría querido expulsar de la isla de Dawson, de la cual codicia los bosques y los pastos, favoreció la más indigna de las persecuciones. Expuestos casi desnudos por las calles de la ciudad, los indios fueron distribuidos entre cuantos los requerían (remate de indios) sin tener en cuenta los antecedentes de tales solicitantes...".
Este no es sino el episodio más significativo de la lucha de De Agostini en favor de los indios, lucha verdaderamente difícil y perdida de antemano. En sus escritos todavía leemos: "Los pastores, en gran parte anglosajones, eran quienes veían en los indígenas el mayor impedimento para la propagación de sus rebaños, y de allí la caza sin piedad a que se los sometía como si fuesen animales feroces. El inglés Sam Jslop se vanagloriaba hasta de usar correas fabricadas con la piel de los indígenas, que obtenía de las espaldas de estos infelices. Otro terrible perseguidor de onas fue el escocés Mac Lennan, administrador de la estancia 'Primera Argentina'... Para gloriarse de sus nefandos exterminios, equiparaba el número de sus víctimas con el de los whiskies que había bebido, y que no debían de ser pocos porque se hallaba en perenne estado de embriaguez. Dado que los indígenas, para así mitigar el hambre, se cebaban sin repugnancia en los animales que encontraban muertos por el campo, los pastores envenenaban grandes trozos de carne con estricnina para triunfar más fácilmente en su inicua campaña".
Concluyamos este capítulo también con algunas consideraciones de De Agostini a propósito del problema indígena. "También aquí, como en el Lejano Oeste, como en la Pampa y en el Chaco, la suerte de los indígenas estaba inexorablemente marcada; también aquí, la idéntica historia de todas las colonizaciones... En este triste y rápido declinar de la raza fueguina les correspondió a los misioneros salesianos la noble aunque ingrata tarea de defender al indígena contra el blanco, al débil contra el pionero audaz e inteligente, ávido de lucro, al cual sonreía una fácil e inmensa fortuna en la conquista de esas tierras, hasta entonces dominio absoluto de los onas... Ya no escucharán más las selvas vírgenes, en la quietud profunda de una noche lunar, las antiguas leyendas del héroe Kuanip, hijo de la montaña roja, y de su infortunada esposa, la graciosa Oklta, transformada en murciélago. El koliot (forastero), venido de regiones lejanas, sediento de riquezas y dueño de armas mortíferas, ha cumplido con rapidez su obra nefasta, destruyendo para siempre la felicidad secular de esta raza primitiva, que desde hacía siglos vivía solitaria e innocua en la más singular región de la tierra".
No obstante su avanzada edad, De Agostini continuó trabajando activamente, reordenando sus estudios y pensando siempre en las tierras patagónicas. Le había quedado el deseo insatisfecho de conquistar la cima del Sarmiento, pero también esto debía ser alcanzado por su tesonera voluntad: fue De Agostini, ya viejo, quien guió la expedición italiana que en 1956-57 conquistó la cima con Clemente Maffei y Carlo Maun, grupo que después escaló el Monte Italia. Vuelto a Italia, donde a menudo solía pasar los meses que en la Patagonia eran menos buenos, el padre De Agostini murió el 25 de diciembre 1960 en la Casa Matriz de los Salesianos de Turín.